domingo, 3 de enero de 2010

Piensa.

Un chimpancé coge un plátano, ignorando una sandia abierta. 


No existes para vivir. Sólo existes para cumplir esa función, esa responsabilidad que nadie te ha asignado y, que sin embargo, tienes ya encima de tus hombros. No no quieras esa responsabilidad. Piensa. No evolucionas por llevar ropa. No dejas de oler mal por conducir un coche caro. No dejas de ser una mierda por tener un cuerpo perfecto. Acepta que eres el residuo más tóxico de la ambición del hombre y piensa. Piensa. Piensa. Como destruir para crear. Como infectar al mundo con la marginalidad que él mismo crea. No reivindiques tu sitio en esta sociedad y destrúyela, a ella y a ti mismo. 


El chimpancé está en una jaula. Bonita libertad. 

No hay comentarios: